Pintar sin preparar adecuadamente las paredes puede arruinar incluso la mejor pintura. Estos son los pasos esenciales que debes seguir antes de empezar:

1. Limpieza profunda: Elimina polvo, grasa y suciedad con agua y detergente neutro. En cocinas y baños, usa desengrasantes o productos antibacteriales si es necesario.

2. Reparación de imperfecciones: Usa masilla para tapar grietas, agujeros de clavos o golpes. Una espátula te será útil para alisar.

3. Lijado: Lija suavemente para unificar la superficie, quitar restos de pintura vieja o nivelar masilla. Esto garantiza que la nueva pintura se adhiera correctamente.

4. Aplicación de imprimación o sellador: Ayuda a fijar la pintura, especialmente si las paredes son porosas o están pintadas en un color muy oscuro.

Un buen trabajo de preparación es lo que distingue un acabado profesional de uno amateur. ¡No te saltes este paso!